El sol ya no es el de antes. Y los productos solares, por suerte, tampoco. Por eso ya no tienes excusa para cuidar tu piel. La buena noticia es que si la cuidas, sin quererlo estás favoreciendo un bronceado bonito, seguro, uniforme y duradero.
Los dermatólogos han demostrado que si una persona se protege hasta los 18 años con un foto-protector adecuado a su tipo de piel,se reduce hasta un 80% la posibilidad de desarrollar un cáncer de piel en edad adulta.
Los foto-protectores, antes llamadosbronceadores, ahora incorporan varias funciones, hasta ahora inéditas: los hay con protección del ADN celular, reafirmantes, con autobronceador,con propiedades antienvejecimiento cutáneo… Muchos de ellos proporcionan una triple acción: reforzar las defensas de la piel yevitar el daño provocado por el sol y el estrés térmico que proporciona el exceso de calor a la piel. ¡Son un lujazo!.
En las primeras exposiciones al sol, nunca deberías comenzar con un SPF (Factor de Protección solar) menor de 15, aunque tengas un fototipo de piel oscura. Ten en cuenta que, según unaencuesta elaborada por la Academia Española de Dermatología y Venerealogía (AEDV), el 15% de la población no aplica correctamente elprotector solar, con lo que el índice de protección solar (SPF) real puede disminuir, a la hora de la verdad, hasta en una tercera parte.
Por eso, sé generosa con tu crema e insiste en los laterales del cuerpo, de las piernas y los brazos, zonas que siempre olvidamos. Calcula quela cantidad mínima de crema que debes aplicarte cada vez en todo el cuerpo es el equivalente a siete cucharillas de postre ¡como mínimo!
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