Gracias a su textura ultraligera, Color Clone ofrece cada mañana una cobertura sorprendente y modulable con un acabado y una sensación de piel natural. HELENA RUBINSTEIN pone su experiencia en el cuidado de la piel al servicio del cutis y reinventa la base de maquillaje Color Clone situándose en el límite del tratamiento. El ADN del cutis perfecto se ha descodificado - color, luminosidad, textura de la piel para lograr una perfección apreciable pero invisible. Cada mañana, ofrece una cobertura sutil y modulable gracias a su textura ultraligera con un acabado y una sensación de piel natural. Para lograr un resultado de maquillaje lo más natural posible, aplicar la dosis adecuada por la frente, las mejillas, la arista de la nariz y el mentón. Extender al máximo la base de maquillaje con la mano, empezando por la parte superior del rostro.