Desarrollado en colaboración con un dermatólogo certificado, este polvo exfoliante restaurador que se activa con agua se transforma en una espuma cremosa con microgránulos que elimina la opacidad de la piel y deja a la vista el verdadero resplandor de tu piel.
El polvo de houjicha, un antiguo té verde rico en antioxidantes, aporta una exfoliación sin eliminación que, unida a la avena y a la judía mungo, ayuda a asegurar una textura más suave y tersa. El ácido láctico para la piel se encuentra entre los alfa hidroxiácidos más hidratantes, que exfolia delicadamente y te asegura una piel más luminosa.
Dedica un tiempo periódicamente a limpiar tu piel y tu espíritu con este exfoliante que te devolverá la luminosidad.