Ultraviolet Man es ya todo un clásico de Paco Rabanne. La fragancia vio la luz por primera vez en el año 2001 y desde entonces han sido miles los hombres que se han rendido ante su profundo e inconfundible aroma. Jacques Cavallier, quien comenzó a trabajar para la compañía en 1999, fue el encargado de dar vida a este singular perfume que pronto se convirtió en un referente para el público masculino y que continúa siendo uno de los productos más demandados del mercado.
Hay dos cosas que llaman la atención y dejan huella en Paco Rabanne Ultraviolet Man. Por un lado, el marcado olor a ámbar gris y menta suave que se percibe desde el primer instante, el cual está mezclado con otras notas como el vetiver, la pimienta, el roble y la vainilla. En segundo lugar, el genuino diseño del frasco, con tintes futuristas, que expresa a la perfección el alma de esta fragancia: virilidad, originalidad, picardía, seducción. El resultado no es otro que este, un perfume que encandilará a los olfatos más exigentes y que se adapta a las necesidades de un ritmo de vida urbano y cosmopolita.
Las notas olfativas que se conjugan en el perfume de Paco Rabanne Ultraviolet Man hacen que sea especialmente idóneo para los meses de primavera, cuando la naturaleza empieza a revivir y el aire está a la temperatura adecuada. La menta y el ámbar se mezclan así con otros olores callejeros como el de los naranjos en flor, creando una combinación mágica y sensacional. Por otro lado, Ultraviolet Man de Paco Rabanne se caracteriza por tener una fijación prolongada que resiste una jornada completa fuera de casa, algo que sin duda es una ventaja. En definitiva, este perfume de Paco Rabanne es un acierto seguro con el que se consigue reforzar la masculinidad y dar un toque atrevido y diferente.