Retirar el tapón de la botella e introducir las varillas. Pasadas unas horas, darles la vuelta, distribuyéndolas en forma de abanico. Para un mantenimiento adecuado (y para aumentar la intensidad del perfume), invertir las varillas una vez a la semana.
La intensidad de aroma dependerá del tipo de fragancia escogido, del número de varillas introducidas y de la temperatura de la estancia en la que se encuentre el difusor.
No olvidar lavarse las manos después del contacto con las varillas o el líquido y limpiar cualquier gota que pueda haberse derramado.