Los perfumes suelen tener una estructura uniforme, ya sea una fragancia de invierno o no: constan de notas de salida, de corazón y de fondo. La nota de salida reúne los matices que se perciben en primer lugar tras la aplicación. Luego le sigue la nota de corazón y la nota de fondo, que es la última en aparecer, pero la que más perdura, ya que se puede percibir en la piel hasta 24 horas después de su aplicación. Como su nombre indica, todo el perfume se basa en esta nota.
Los perfumes de invierno para mujer se caracterizan por una base especialmente cálida y agradable. Los fabricantes de perfumes se inspiran en los olores que nos acompañan durante esta estación tan fría: matices de cacao, el olor de la leña y el maravilloso aroma de las especias exóticas. Estos olores son increíblemente atractivos, persisten en el olfato y son extremadamente sensuales.
Por regla general, la nota de fondo de un perfume de invierno se basa en varias fragancias, de las cuales se pueden percibir claramente una o dos. Aunque prácticamente todas tienen un olor cálido y suave, se diferencian entre sí por la dirección real de su aroma. Esto significa que el carácter de la fragancia es similar, pero la nota es más bien floral en un perfume y más amaderada en otro. A continuación, te hemos preparado una selección de las notas de base más populares y de nuestros perfumes recomendados para cada una.
Un bollito dulce recién horneado o un chai latte de vainilla caliente: el agradable olor de la vainilla está particularmente presente en invierno. Muchos perfumes aprovechan su aroma único, que tiene un efecto tanto relajante como sensual. El aroma de las vainas de esta orquídea sudamericana es tan singular que no está asociado a ninguna dirección en particular. Por esto, esta fragancia de invierno es tan versátil y se puede encontrar en perfumes florales, orientales o amaderados, según la combinación.
El haba tonka tiene un olor muy similar, pero con un toque de almendra amarga. Las semillas del árbol de tonka sudamericano han seguido los pasos de la vainilla en el mundo culinario, donde se utilizan principalmente en postres. En el frasco, el cautivador aroma del haba tonka tambien se parece mucho al de la vainilla, pero es un poco más complejo debido al toque de almendra amarga. Tanto la vainilla como el haba tonka cautivan en una composición de fragancias con su presencia singular y envuelven a quien las lleva en un sugerente halo de seducción.
Opulento, terroso y amargo: el pachulí forma parte del mundo de las fragancias desde el movimiento hippie de los años 70. En aquella época, el aceite de pachulí puro se aplicaba sobre la piel, ya que la dejaba con un brillo maravilloso y desprendía un oaroma oscuro, casi místico. Hoy en día, el pachulí es un componente de muchos perfumes orientales y, gracias a su intensidad, forma la base de algunas fragancias de invierno. Un acorde floral o afrutado en contraste, como la esencia de violeta o de azahar, rebaja un poco el aroma del pachulí sin quitarle nada de protagonismo. Al combinarlo con una elegante nota de vainilla se consigue una fragancia especialmente invernal.
El cedro, el ciprés y el vetiver son algunos de los componentes de la fragancias amaderadas. No obstante, en la temporada invernal, el sándalo es especialmente popular. La resina, que se extrae de la madera del género arbóreo «Santulum», tiene un aroma calmante y relajante que hace que el invierno parezca más acogedor de inmediato. El carácter cálido y amaderado de la madera de sándalo va acompañado por una delicada nota almendrada. Además de la madera de sándalo, las fragancias amaderadas de las composiciones invernales suelen contener mirra. Al contrario que la madera de sándalo, la mirra tiene un olor más balsámico. En conjunto, la madera de sándalo y la mirra crean un maravilloso acorde aromático que te transportará mentalmente a una agradable tarde frente a la chimenea.