Desarrollado en colaboración con un dermatólogo certificado, este limpiador de poros facial calmante y delicado purifica la piel y el espíritu, eliminando suavemente la suciedad, los restos de maquillaje y las impurezas.
Formulado con miel de Manuka de Nueva Zelanda, rica en antioxidantes, y cúrcuma y camomila calmantes. La cúrcuma, especia del color del oro, ha sido un ayurvédico imprescindible durante más de 4000 años, y tiene la cualidad de purificar y calmar la piel con delicadeza. Con una espuma delicadamente perfumada que te revitalizará para que puedas hacer lo que te propones, este ritual limpiador te dejará la piel suave y refrescada, al tiempo que te dará la claridad y el poder para convertir en oro todo lo que toques.