Cuidado de la piel: temas y tendencias
Doble limpieza
El método de la doble limpieza tiene como objetivo conseguir una piel bonita y cuidada. ¡Aquí te contamos qué productos necesitas y en qué consiste!
Instrucciones paso a paso
¿Primero el tónico y después el sérum? ¿O es al contrario? Si utilizas muchos productos para el cuidado de tu rostro, el orden en el que los apliques determinará la intensidad de su efecto. Si quieres sacarle el máximo partido a tus productos de cuidado favoritos y que tu piel esté radiante, aquí te contamos cuál es el orden correcto, con instrucciones paso a paso.
Sabemos lo difícil que puede ser no perderte entre tantos productos diferentes. Sin embargo, si sigues el orden correcto en el cuidado facial, maximizarás el efecto de tus productos. Por eso, hemos confeccionado una guía para pieles normales, en la que
te enseñamos todo lo que necesitas. Por supuesto, puedes ampliarla y adaptarla a las necesidades de tu piel. Sin embargo, existe una norma que debes recordar siempre: los productos se aplican siempre de más líquido a más espeso.
Aplica un gel, un aceite o un bálsamo limpiador e introdúcelo en la piel realizando suaves movimientos circulares. Aclara los restos con agua tibia y, a continuación, seca tu rostro cuidadosamente dando toquecitos con una toalla.
Tras la limpieza, utiliza adicionalmente un exfoliante una o dos veces por semana. En este caso, también debes introducir el producto en la piel realizando movimientos circulares. Según las instrucciones de aplicación, puede que a continuación tengas que retirar el exfoliante con agua.
Vierte un poco de tónico en un disco de algodón y aplícalo dando toquecitos en el rostro. Evita la delicada zona del contorno de ojos.
Pon un poco de tu sérum favorito en las palmas de las manos y realiza un suave masaje en tu piel para introducirlo. Espera a que se haya introducido por completo para seguir con el siguiente paso.
Aplica un poco de contorno de ojos en tu dedo anular e introduce el producto con cuidado dando toquecitos. Debes ejercer poca presión, ya que la piel que se encuentra alrededor de los ojos es muy fina y, por lo tanto, especialmente sensible.
Este paso sirve para sellar los productos anteriores. Ahora, en función del momento del día o de la noche, aplica una cantidad abundante de tu crema hidratante. No te olvides de la zona del cuello y el escote.
Por último, aplica protector solar generosamente en el rostro, el cuello y las orejas. Para una protección efectiva, debes emplear un factor de protección solar elevado, de al menos 30.
Especialmente si aplicas tus productos de cuidado uno encima de otro, debes respetar el orden correcto en tu rutina. Y es que, si los aplicas mal, puede suceder que los productos se «bloqueen» unos a otros. Esto significa que no actúan correctamente y que el resultado deseado se hará esperar.
Limpieza facial: ¿cuáles son las ventajas?
Los restos de sebo, suciedad y maquillaje obstruyen los poros e impiden que la piel absorba de forma efectiva los principios activos de los productos de cuidado. Por eso, la limpieza debe formar parte siempre de tu rutina para el cuidado de la piel, tanto por la mañana como por la noche. Los geles de limpieza que crean una ligera espuma son especialmente adecuados para las pieles con tendencia a impurezas: eliminan el exceso de sebo sin resecar la piel. Si tienes la piel seca o sensible, o si utilizas maquillaje resistente al agua y de larga duración, lo mejor es que utilices un aceite o un bálsamo limpiador, que es especialmente suave gracias a su textura y al mismo tiempo retira el maquillaje en profundidad. Si tienes la piel muy sensible, por la mañana basta con lavarla solo con agua.
Los exfoliantes faciales limpian tu piel en profundidad. Ya sean mecánicos o químicos, eliminan las células muertas y proporcionan un brillo inmediato y una sensación sedosa en la piel. Pero ten cuidado: la exfoliación con demasiada frecuencia puede destruir la barrera natural de la piel y resecarla. Por ello, utiliza exfoliantes tan solo una o dos veces a la semana y, después de utilizar un exfoliante químico, aplica siempre protección solar.
Tras la limpieza, un tónico facial aporta un extra de frescura. No obstante, los tónicos faciales hacen mucho más que eso: aportan sustancias nutritivas a la piel, equilibran su pH y hacen que absorba mejor los productos que vas a aplicar a continuación. Sin embargo, muchos tónicos faciales contienen alcohol. Si tienes tendencia a la piel seca o sensible, debes evitar las fórmulas con alcohol. En lugar de ello, recurre a tónicos hidratantes con glicerina, ceramidas o antioxidantes.
La piel que está situada alrededor de los ojos es más fina y, por lo tanto, considerablemente más delicada que la piel del resto del rostro. Ya sea en formato crema, en sérum o en gel, los contornos de ojos específicos se adaptan a estas necesidades y tienen un efecto especialmente suave. Estos productos están enriquecidos con ácido hialurónico o colágeno y pueden evitar que aparezcan ojeras o arruguitas debido a la sequedad, para una mirada fresca y radiante.
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano, así que eso ya es motivo más que suficiente para cuidarlo con especial atención. En función del momento del día, tu piel necesitará una cantidad distinta de vitaminas, nutrientes e hidratación. Por la mañana, es suficiente con utilizar una crema hidratante ligera. Sin embargo, de noche debes emplear una crema más nutritiva, que cuide y proteja tu piel durante la noche, mientras se regenera. Además, también puedes utilizar sérums enriquecidos con vitaminas o ácido hialurónico. Estos productos nutren profundamente la piel y le ayudan a retener la humedad, para un cuidado aún más intenso.
¿Protección solar en invierno? ¡Sí, lo has oído bien! Un protector solar con un factor de protección elevado no puede faltar en tu rutina de cuidado de la piel cada mañana, en ningún momento del año: los dañinos rayos UV penetran incluso cuando está lloviendo. Además, el protector solar te ayuda a evitar de forma efectiva el cáncer de piel, el envejecimiento prematuro y las arrugas.
Especialmente al aplicar un producto de cuidado facial sobre otro, el orden es un factor determinante. Si los aplicas correctamente, te asegurarás de que los productos desarrollen su máxima eficacia. A continuación, hemos recopilado unos consejos sobre lo que debes hacer y lo que no en tu rutina de cuidado facial, para que los tengas siempre en cuenta.