El escualano (nomenclatura INCI: Squalane) es una sustancia oleosa que se obtiene principalmente a partir de restos de prensado del aceite de oliva o de la hidratación del escualeno y que se utiliza hoy en día en la cosmética. A diferencia de los aceites vegetales, el escualano no es una mezcla de diferentes componentes, el único contenido es el propio escualano. Este aceite incoloro e inodoro es extremadamente estable frente a la oxidación y se mantiene hasta 24 meses sin necesidad de conservarlo.
El escualano no debe confundirse con el escualeno, aunque suene parecido. El sebo humano, cuya función principal es la protección de la piel, contiene un 12-13% de escualeno. Tiene un efecto antioxidante, estimula el sistema inmunológico y cuida la piel y se considera incluso anticancerígeno. Sin embargo, si se produce demasiado sebo, como en el caso de las pieles grasas, con impurezas o propensas al acné, ese exceso por consiguiente también de escualeno, puede resultar problemático. Puede bloquear los poros, inhibir el flujo de sebo y oxidar en gran medida. La oxidación se manifiesta en la característica decoloración del sebo, también conocida como espinilla.
Por eso no se utiliza el escualeno en los productos para el cuidado la piel, en su lugar se emplea el escualano. El escualano es producto de un pequeño truco de la naturaleza: el escualeno insaturado y estable frente a la oxidación se puede transformar en escualano mediante la saturación de los enlaces dobles. El escualano reúne las propiedades beneficiosas del escualeno pero es mucho más estable frente a la oxidación y por tanto no comedigénico. Por eso no es de extrañar que sea tan apreciado en los productos para el cuidado de la piel.
