Condiciones de la piel y rutinas
Piel seca
Ya sea congénita o adquirida, la piel seca es desagradable: el cutis aparece sensible, escamoso y áspero. Los cuidados adecuados se centran en la hidratación y los lípidos.
Las bajas temperaturas pueden convertirse en una prueba de esfuerzo real para tus manos. Conoce como, a pesar del invierno, sus manos pueden permanecer cuidadas y suaves también en invierno.
Información revisada por expertos: gracias a la bioquímica Dra. S. Schunter de Múnich.
Cuando llega el invierno, las bufandas, los jerseys de lana y los abrigos calientes son fundamentales, pues, al fin y al cabo, se trata de proteger el cuerpo del viento, la nieve y el frío. En invierno la piel reacciona al frío y el aire seco de la calefacción. Esto afecta aún más a las manos, ya que la piel de las mismas es de otra naturaleza. En conjunto es más delgada y apenas tiene panículo adiposo. Además carece de glándulas sudoríparas y tiene pocas glándulas sebáceas. Estas últimas son un factor esencial, pues generan una especie de producto de conservación propio de la piel (sebo), que le confiere elasticidad y resistencia. Pero en la región de las manos hay pocas glándulas sebáceas, las cuales, además, reaccionan muy sensiblemente a la temperatura exterior y por debajo de los 8 °C producen mucho menos sebo.
A todo esto hay que añadir todo tipo de acciones diarias que pueden generar irritación: lavados constantes, el estar siempre activas y en contacto con diversos materiales. Así pues, la piel de las manos está sometida a un esfuerzo mucho mayor que el resto del cuerpo. Con frecuencia las manos secas y muy secas se ven y se sienten. Especialmente en la región de los dedos, las palmas y los dorsos de las manos, la piel se muestra áspera, agrietada y tensa.
Para proteger las manos de las inclemencias del invierno, se recomienda el uso de guantes de algodón o materiales naturales preferiblemente. Pero también en cuestiones de cuidado de las manos hay un par de consejos y trucos sobre cómo mantener las manos cuidadas durante el invierno.
Para la piel agrietada, seca y muy seca son adecuadas las sustancias nutritivas con efecto estabilizador de barrera, hidratante y relajante como:
Con frecuencia estos componenete se encuentran en las cremas de manos, pues cuidan y regeneran la piel. También le confieren elasticidad y le proporcionan los lípidos faltantes. Además de los efectos puramente hidrantantes, se recomienda que las cremas de manos tengan una textura determinada, pues ¿quién quiere tener manos pegajosas, grasientas o resbaladizas? Por ello, es normal encontrar en las cremas de manos siliconas, las cuales, por sí mismas, ya pueden tener un efecto agradable y reparador. Pero demasiado de lo bueno tampoco es bueno, porque puede dar la sensación de que las manos están demasiado aterciopeladas y el efecto de cuidado ser meramente superficial.
No es extraño tener la sensación que al aplicar el producto, el mismo es prácticamente succionado por la piel. Esta sensación no engaña, pues una piel seca y agrietada no es más que una advertencia de que la barrera de la piel se ha roto y,por lo tanto, la misma es permeable. Con ello, las sustancias nutritivas penetran mucho más profundamente en la piel de lo que lo harían bajo otras circunstancias. En el caso de sustancias nutritivas este efecto puede ser deseado. Pero si aromas, perfumes o determinados conservantes penetran muy profundamente en la piel, puede causar irritaciones, sensibilidad y afecciones cutaneas. Por ello, las cremas de manos para piel seca y fatigada no deberían contener aroma para no irritar la piel adicionalmente.
Normalmente y en esta epoca del año, sueles prestarle una atención especial a tu rostro. Ya sea incluyendo en tus rutinas de día o noche productos como tonificadores, sueros, cremas hidratantes o mascarillas faciales. Sin embargo, en invierno, es conveniente incluir tus manos en cada rutina de cuidado diario.
Para esto es adecuado incluir los tratamientos más intensivos por la noche. Por ejemplo: aplicar una mascarilla para manos o una loción rica en grasas y aceites y dormir con guantes de algodón.
El lavado frecuente de las manos puede ser una verdadera prueba de esfuerzo para la piel. Pues el lavado frecuente elimina la película de grasa natural que tienen las manos. Si bien, lavarse menos las manos no es una opción (especialmente en invierno en la temporada de gripe y resfriados) para que este sea lo menos agresivo posible vale la pena tener en cuenta los siguientes puntos:
"Muéstrame tus manos y te diré cuánto frío hace" -con el cuidado adecuado esto no tiene que ser así-. Aquél que en invierno ofrece a sus manos una porción extra de cuidado y tiene en cuenta los aspectos básicos al lavarse las manos, puede tener manos cuidadas y suaves también en invierno.
"Aquel que entiende como actúan los ingredientes cosméticos, da el primer paso hacia un cuidado eficaz de la piel", dice la Dra. Sarah Schunter. Como doctora en Bioquímica, le encanta desenmarañar las frecuentemente encriptadas listas de ingredientes de productos para el cuidado de la piel: qué se encuentra en ellas y qué efectos tienen. Está convencida que con estos conocimientos se puede determinar el cuidado correcto para cada tipo y estado de la piel..