Tanto si tienes la piel seca como sensible o con impurezas, el agua de rosas tiene muchos beneficios para la piel. Sin embargo, ten en cuenta que solo desarrollará sus efectos por completo si la utilizas con regularidad. Aquí te mostramos varias formas de incorporar el agua de rosas a tu rutina de cuidado y limpieza de la piel.
Rutina de belleza con agua de rosas: posibilidades de aplicación
Tónico: el agua de rosas se utiliza comúnmente como tónico o agua facial. Para ello, por la mañana y por la noche vierte una pequeña cantidad de producto en un disco de algodón y pásalo suavemente por el rostro. Te recomendamos aplicarlo después de limpiar tu piel con un gel o espuma limpiadora y antes de aplicar la crema hidratante. De esta forma, prepararás tu piel para el cuidado posterior con cremas hidratantes y para la aplicación de la base de maquillaje. Al mismo tiempo, eliminarás las impurezas de la piel y la aclararás. Otro aspecto positivo de este producto es que también tiene un efecto descongestionante. De este modo, conseguirás una mirada despierta al levantarte. Solo tienes que pasar suavemente el disco de algodón por las zonas hinchadas de los ojos.
Spray fijador: si tienes la piel grasa y te gusta maquillarte, seguro que ya conoces este problema: el maquillaje se estropea al cabo de poco tiempo. Además, si te pones muchos polvos, acabas con un cutis «acartonado». ¡Pero no te preocupes! En lugar de usar polvos, prueba a fijar tu maquillaje con agua de rosas: tu maquillaje permanecerá intacto y matificará la piel. Para ello, vierte un poco de agua de rosas en un pequeño bote con pulverizador y rocíalo sobre tu rostro después de maquillarte. Además, puedes llevar siempre el spray en el bolso para refrescar tu maquillaje entre horas.
Desmaquillante: ¿crees que el agua de rosas es demasiado débil para eliminar tu máscara de pestañas waterproof y las múltiples capas de sombra de ojos? ¡Estás muy equivocada! Mezcla el agua de rosas con unas gotas de aceite de coco para conseguir un desmaquillante delicado, pero muy eficaz. Es muy sencillo: primero, pon un poco de aceite en un disco de algodón o en un disco reutilizable de microfibra. A continuación, añade un poco de agua de rosas y pásala suavemente por los párpados. Atención: ¡ve con delicadeza y no frotes con demasiada fuerza! De esta forma, no irritarás innecesariamente la sensible zona de los ojos.
Aplicación específica: ¿tienes una piel con tendencia a las impurezas y notas que te está saliendo un nuevo grano? Entonces, te recomendamos lo siguiente: empapa un bastoncillo de algodón en agua de rosas y aplícalo regularmente y con cuidado en la zona de la piel afectada. El efecto antibacteriano del agua de rosas hará que el grano no crezca más o que, al menos, lo haga más lentamente.
Bruma facial: el agua de rosas es ideal para refrescarnos en los días más calurosos del verano. Rellena un bote pulverizador con agua de rosas y ponlo en la nevera durante unas horas. Cuando tengas calor, pulveriza el spray en tu cara y disfruta de la sensación de frescor que la fina bruma deja en tu piel.