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¿Cómo aplicar correctamente la base de maquillaje?

La base perfecta
¿Quieres un cutis radiante que no quede como una máscara a pesar de llevar base? ¡Es muy sencillo!: cuando el tono y la textura se adaptan perfectamente a tu tipo de piel, la base de maquillaje se fundirá en ella. A continuación, te contamos cómo encontrar la base de maquillaje perfecta y cómo aplicarla paso a paso con las herramientas adecuadas.
LOS ASPECTOS CLAVE DE LA APLICACIÓN DE LA BASE DE MAQUILLAJE
  • Como su nombre indica, la base de maquillaje es la base de tu maquillaje.
  • Este producto puede igualar una tez desigual y hacer que tu piel brille.
  • Existen diferentes texturas: desde las bases líquidas ligeras hasta las prácticas bases en barra. ¡La base adecuada para ti depende de tu tipo de piel!
  • Para encontrar tu tono, debes probar el maquillaje a la luz del día y sobre tu rostro.
  • Puedes utilizar brochas, esponjas, borlas o los dedos para aplicar la base de maquillaje.
  • La preparación perfecta de la base de maquillaje consiste en una limpieza, un tratamiento de día con protección UV y una prebase.
  • Después de la base de maquillaje, aplica el corrector y fija todo con polvos sueltos o un spray fijador.

¿Cómo aplicar correctamente la base?: la clave para un maquillaje perfecto

«¡Qué piel tan bonita tienes y sin nada de maquillaje!» Si oyes a menudo esta frase, aunque lleves base de maquillaje, es que lo has hecho todo bien. Recuerda esto siempre: ¡la base perfecta es la que no se ve!

La base de maquillaje sienta las bases de tu maquillaje y también se conoce como fondo o foundation. Este producto puede disimular rojeces, imperfecciones o hiperpigmentación, o simplemente darle un brillo suave a tu cutis. La última generación de bases de maquillaje puede hacer mucho más que disimular e igualar: las llamadas bases híbridas a menudo contienen ingredientes valiosos para el cuidado de la piel que pueden tener un efecto alisador o hidratante.

Si la base de maquillaje se adapta perfectamente a tu tipo y tono de piel, podrá fundirse con esta sin que se note. Por ejemplo, si la fórmula es demasiado seca o el tono demasiado oscuro para tu piel, es posible que tenga un efecto «apelmazado» y de máscara. El exceso de producto o los bordes poco difuminados en la línea de la mandíbula pueden indicar que no te has aplicado correctamente la base de maquillaje.

En resumen: bien aplicada, la base de maquillaje hará que tu cutis se vea más bonito.

Guía de texturas: estas son las bases disponibles

La gama de bases de maquillaje disponibles es muy amplia. Para que no tengas que probar innumerables bases de maquillaje al azar, lo lógico es determinar la textura ideal según tu tipo de piel.

Ten también en cuenta la estación del año y no utilices la misma base todo el año: en verano suele ser suficiente una base fluida ligera, mientras que en invierno tu piel necesita una textura más nutritiva. Muchos fabricantes tienen en su gama la misma base de maquillaje con diferentes fórmulas.

Aquí encontrarás un resumen de los distintos tipos de bases de maquillaje e información sobre el tipo de piel para el que son adecuadas.

  • Base de maquillaje compacta A esta base también se le suele denominar «base en polvo», ya que en realidad es polvo compacto. El polvo suele ser mineral, sin aceites y no comedogénico, por lo que es ideal como base para pieles grasas. Además, es adecuado para maquillar imperfecciones sin obstruir los poros. Otro punto a favor es que la práctica cajita cabe perfectamente en el bolso. Por lo tanto, si te vuelven a salir brillos a lo largo del día en la zona T, podrás volver a matizarlos rápidamente con esta base de maquillaje.
    Ideal para: piel normal, piel grasa, piel mixta y piel con imperfecciones.
  • Base de maquillaje Cream-to-Powder Su textura es más bien firme y también se presenta en una cajita o lata. Su contenido en aceite es superior al de una base de maquillaje compacta: la base Cream-to-Powder tiene inicialmente un tacto cremoso, pero se transforma en una textura de polvo aterciopelado cuando se aplica. Esto puede darle a tu cutis un acabado mate y cubrir eficazmente las pequeñas imperfecciones.
    Ideal para: piel normal y piel mixta.
  • Base de maquillaje líquida Se considera el tipo más ligero de base de maquillaje, y algunas bases líquidas pueden parecer tan ligeras como un fluido. Según tus necesidades, puedes elegir una base de maquillaje líquida con mayor o menor cobertura. Dado que su textura fluida puede dejar un ligero brillo, es más adecuada para pieles secas. En el caso de la piel grasa, podría generar más brillos. Ideal para: piel normal, piel seca y piel mixta. 
  • Base de maquillaje de camuflaje (Camouflage) Esta es claramente la base de maquillaje con mayor cobertura: puedes cubrir de forma fiable marcas de acné o cicatrices No obstante, debido a su alta pigmentación, no deberías utilizar esta base a diario, ya que podría obstruir los poros.
    Ideal para: piel con marcas de acné, cicatrices o pigmentación intensa.
  • Base de maquillaje Cushion En Asia, esta base de maquillaje es desde hace mucho tiempo uno de los básicos de maquillaje. Sin embargo, en España sigue siendo bastante desconocida. Este producto es realmente práctico: la denominada «cushion» es una esponja empapada en maquillaje líquido. Para aplicar la base de maquillaje, hay que presionar la esponja con la borla proporcionada para absorber color. En términos generales, podemos decir que la variante cushion es «una base líquida para llevar fuera de casa». Esta base también puede dejar un acabado brillante, por lo que no es adecuada para pieles grasas.
    Ideal para: piel normal, piel seca y piel mixta.
  • Base de maquillaje en mousse Su cobertura es tan ligera y esponjosa como la textura de una mousse. ¡Te encantará! Si tienes el cutis uniforme y sin imperfecciones por naturaleza, este producto es ideal para ti, puesto que no cubre lo suficiente las manchas ni las pequeñas imperfecciones.
    Ideal para: piel normal, piel seca y piel mixta.
  • Base de maquillaje en crema La base de maquillaje en crema es más espesa que la líquida y tiene una mayor cobertura. Esta base puede igualar un cutis desigual y cubrir eficazmente las rojeces, la hiperpigmentación y las imperfecciones. Esta categoría también incluye las cremas BB y CC, que a demás nutren tu piel y te protegen de la radiación UV al mismo tiempo. Ideal para: piel normal, piel seca, piel mixta y piel grasa.
  • Base de maquillaje en barra No hay nada más práctico que esto: la base de maquillaje en barra es ideal para viajar o cuando necesitas aplicarla rápidamente. También puedes utilizar la barra como tratamiento localizado, por ejemplo, para cubrir rojeces o imperfecciones determinadas.
    Ideal para: todos los tipos de piel.

Consejo: si tienes la piel muy grasa, asegúrate de que tu base de maquillaje lleva la etiqueta «matificante». Esto significa que algunas fórmulas líquidas o cremosas también contienen ingredientes especiales que absorben la grasa y, por tanto, pueden evitar los antiestéticos brillos. Las principios activos como la perlita, el caolín o el talco también pueden ser excelentes matificadores.

¿Cómo encontrar tu tono ideal?

Para encontrar el tono adecuado para tu piel, deberías probar la base sobre tu piel a la luz del día. La luz artificial puede distorsionar visualmente el color. Para hacer la prueba, aplica un poco de base entre la barbilla y el cuello: así podrás ver fácilmente si el color se funde con tu piel o si queda poco natural. En caso de duda, elige siempre el tono más claro y amarillento.

Consejo: prueba siempre tres tonos diferentes para hacerte una idea rápida de cuál es el adecuado. ¿No te queda bien ningún tono? En el caso de las bases de maquillaje líquidas, puedes comprar dos tonos y mezclarlos en el dorso de la mano antes de aplicarlos. Sin embargo, mezcla las texturas solamente si son el mismo producto del mismo fabricante.

Brochas, esponjas y más: las herramientas que necesitas para la base

¿Ya has encontrado tu base perfecta, pero ahora no sabes cuál es la mejor forma de aplicarla? La variedad de herramientas disponibles para aplicar la base de maquillaje es muy amplia: la opción correcta para ti depende de la textura de tu base de maquillaje y de tus preferencias. ¡Es importante que te sientas cómoda con el manejo y que puedas trabajar con la herramienta sin problemas!

Actualmente tienes a tu disposición las siguientes herramientas para aplicar tu base de maquillaje:

  • Brocha
    Para aplicar una base líquida o en crema puedes elegir entre tres tipos de brochas. Las brochas pueden ser de cerdas sintéticas o de pelo animal. Brocha plana para base de maquillaje: esta brocha clásica tiene forma plana o redonda y está densamente poblada. Por lo general, es de dos colores y se oscurece hacia la punta. Utiliza esta brocha para aplicar tu base de maquillaje líquida o en crema con pequeños movimientos desde el centro del rostro hacia fuera y difumina los bordes.
  • Brocha Kabuki: esta brocha compacta procedente de Japón tiene un mango corto y una forma redondeada en la parte superior. Las cerdas están muy juntas y su «superficie de trabajo» es bastante ancha. La brocha Kabuki es perfecta para aplicar texturas en polvo, ya sean sueltas o compactas. Debido a su forma compacta, también puedes utilizarla para mezclar y difuminar bases de maquillaje líquidas.
  • Brocha mofeta: esta brocha suave está formada por una mezcla de cerdas cortas y largas, y es ideal para aplicar y difuminar bases líquidas y en crema sin dejar marcas.
  • Borla
    Tu base de maquillaje compacta y Cream-to-Powder suele incluir una borla plana, pero también puedes comprarla por separado. Las borlas en forma de cuña son ideales para las bases de maquillaje líquidas, en crema y de camuflaje. Aplica siempre la base de maquillaje desde el centro de la cara hacia fuera y difumina bien los bordes, sobre todo en la línea de la mandíbula.
  • Esponja
    Estas esponjas son una almohadilla en forma de gota o de huevo, y están disponibles en muchos colores llamativos. Su ventaja es que se adapta cómodamente a la mano y que su punta puede llegar fácilmente a las aletas nasales o el rabillo del ojo. También es perfecta para aplicar bases de maquillaje líquidas y en crema en capas, según la cantidad que desees. Antes de usarla por primera vez, debes mojarla por completo y escurrirla con fuerza. De este modo, la esponja no «chupará» demasiada base y el resultado será uniforme. Te recomendamos usar esta esponja dando pequeños toques suaves desde el centro de la cara hacia fuera.
  • Dedos
    La base de maquillaje líquida o en crema también se puede aplicar perfectamente con las yemas de los dedos, sin necesidad de herramientas adicionales. La textura se calentará con el calor corporal y se fundirá mejor con tu piel. Ya sea frotando en círculos, dando pequeños golpecitos o extendiéndola suavemente, en este caso no hay reglas para la aplicación. Elige el método que mejor te funcione a ti.

Consejo: limpia tus herramientas cada semana con un champú suave o un producto de limpieza especial para brochas y esponjas. Si se acumulan demasiados restos de maquillaje y suciedad, pueden convertirse en un caldo de cultivo ideal para los gérmenes. En concreto, si tienes imperfecciones en la piel, asegúrate de tener una buena higiene. Las esponjas deben sustituirse por otras nuevas cada tres o seis meses.

La preparación perfecta para aplicar la base

Para que tu base aguante todo el día, la preparación de la piel es tan importante como la aplicación de la propia base. El proceso de preparación consta de tres pasos:

1. Limpieza

Para que la base de maquillaje te deje la piel aun más radiante, siempre debes limpiarla antes. Para ello, utiliza un producto limpiador adecuado para tu tipo de piel y que no la reseque demasiado. Después de la limpieza, debes sentirla fresca, pero no tirante. Si quieres, puedes utilizar un tónico facial después. Este producto la hidratará y preparará tu piel de la mejor manera posible para el cuidado posterior.

2. Hidratación

Ahora es el momento de tu crema de día. Los productos con ácido hialurónico son especialmente adecuados como tratamiento previo a la base de maquillaje, ya que rellenarán las líneas finas y harán que tu piel parezca más firme. ¿Tu crema de día favorita no contiene ácido hialurónico? En ese caso, también puedes añadir un sérum de ácido hialurónico a tu rutina de cuidado. Por último, no olvides ponerte crema de ojos: suaviza las líneas finas y secas alrededor de los ojos en las que podría acumularse el corrector.

Asegúrate también de que tu crema de día tiene un factor de protección solar alto. Aunque las bases de maquillaje contienen protección UV, nunca es suficiente. Tu crema hidratante debe tener al menos un FPS 30 o, incluso mejor, FPS 50. Esto te proporcionará una protección óptima contra el envejecimiento prematuro de la piel causado por la radiación UV.

3. Aplicación de la prebase

Hemos llegado al paso previo al maquillaje: la prebase. Este producto es un tratamiento previo perfecto para la base, minimizando visualmente los poros dilatados y rellenando las líneas de expresión como un agente difuminador. También prolonga la duración de tu base y matifica tu cutis. Si utilizas una prebase con partículas brillantes, podría potenciar la luminosidad de tu base de maquillaje.

Consejo: espera siempre unos minutos después de aplicarte la crema hidratante y la prebase para que se absorban las texturas. Si no esperas lo suficiente, se pueden formar grumos de maquillaje al aplicarlo.

Instrucciones paso a paso: ¿cómo aplicar correctamente la base?

Una vez que tu piel esté óptimamente preparada y hayas encontrado tu base de maquillaje perfecta, puedes ponerte manos a la obra. Nuestra guía paso a paso te mostrará cómo aplicar correctamente tu base de maquillaje.

1. Utilizar la luz del día

Busca un lugar junto a una ventana. La luz del día debe incidir sobre tu cara e iluminar bien todas las zonas. Esto también te ayudará a reconocer más tarde si has difuminado bien la base de maquillaje en los bordes del rostro.

2. Aplicar la base de maquillaje

Si utilizas una base de maquillaje líquida o en crema, aplica una pequeña cantidad en el dorso de la mano y mojar la brocha o la esponja en ella. También puedes mezclar dos tonos (¡del mismo producto y fabricante!). Empieza con un poco de color y comienza a aplicarlo en la nariz. A continuación, sigue lentamente hacia el exterior. La brocha te permite extender la base, mientras que la esponja y la borla funcionan mejor a base de toquecitos. Si utilizas tus dedos, puedes calentar primero la base entre las manos y, a continuación, aplicarla con pequeños movimientos de barrido. También puedes aplicarla con movimientos circulares, como cuando te aplicas la crema hidratante, o con golpecitos.

3. Difuminar los bordes

Asegúrate de difuminar bien el maquillaje en el nacimiento del pelo, las orejas y la línea de la mandíbula. En caso de duda, aplica el color un poco por debajo de la barbilla en lugar de crear un borde afilado en la línea de la mandíbula.

4. Trabajar en capas

¿No te parece que el resultado cubra lo suficiente? Entonces aplica una segunda capa de base de maquillaje: utiliza una esponja para aplicar las capas o mejorar el acabado en zonas concretas. Ten en cuenta que, si usas demasiada base, le quitarás el brillo natural a la piel, Por lo tanto, es importante encontrar la dosis adecuada. Si te has pasado, puedes dar marcha atrás: elimina el exceso de producto con una borla o esponja limpia.

5. Aplicar el corrector

Si aplicas el corrector justo después de la base de maquillaje, evitarás usar mucha cantidad. Esto se debe a que normalmente ya has cubierto suficientemente todas las rojeces e imperfecciones con la base de maquillaje. Elige un corrector uno o dos tonos más claros que tu base de maquillaje y utilízalo solo para cubrir las sombras oscuras y las pequeñas imperfecciones que aún te molesten. Utiliza la punta de una esponja en forma de gota o una brocha de corrector para difuminarlo todo bien.

6. Fijar

Para evitar que la base de maquillaje desaparezca antes de tiempo a lo largo del día o empiecen a salirte brillos, puedes usar un poco de polvos sueltos o un spray fijador especial para que dure más. Si utilizas el spray, asegúrate de mantenerlo alejado a unos 20 centímetros de la cara.