No fijes tu maquillaje solamente después de aplicarlo: si usas una prebase antes de la base y del resto de productos, prolongarás la duración del maquillaje. Una base que sea algo pegajosa puede ser útil, ya que así tu maquillaje tendrá un capa a la que adherirse bien y no se moverá durante el día. Elige una prebase adecuada para tu tipo de piel, que sea más hidratante o que matifique tu rostro y reduzca el brillo a lo largo del día.Además de aplicar la prebase en el rostro, también puedes aplicarla sobre los ojos. Si sueles llevar sombra o eyeliner, evitará que el producto se acumulando a lo largo del día debido a la grasa que tu piel produce de forma natural.
Además, así evitarás que la máscara de pestañas manche tus párpados. ¿Tu corrector se cuartea y se deposita en las arruguitas que tienes debajo de los ojos? Pues aplica también en esa zona un poco de prebase de ojos antes de aplicar el corrector.
Debes aplicar polvos sueltos o compactos especialmente después de usar productos cremosos como bases o correctores para que tu look esté impecable durante el mayor tiempo posible. Para aplicar los polvos de forma aislada debajo de los ojos, en el mentón, en el centro de la frente y los laterales de la nariz, lo mejor es utilizar una brocha que sea pequeña y suave, y comenzar aplicando poco producto. También puedes utilizar polvos sueltos para emplear la técnica baking. Hazlo así: aplica una capa más espesa de polvos debajo de los ojos, por ejemplo; deja que actúe y retírala con una brocha grande para polvos. Pero atención: esta técnica no es la más adecuada si tienes la piel seca porque con ella se deshidrata bastante.
Y si quieres mantener durante más tiempo esa boca irresistible y perfectamente maquillada, prueba también a aplicar los polvos sobre tu labial. Para ello, coloca un pañuelo facial sobre la boca para que los polvos no se depositen directamente sobre el labial y dejen un velo blanco. Por último, espolvorea los polvos sobre el pañuelo ¡y tu look de labios ya está fijado!
Maquillar, aplicar el spray y ya está: así de sencillo es fijar el maquillaje con un spray fijador o fixing spray. Esta delicada bruma se deposita en una fina capa sobre tu maquillaje terminado, lo protege de las influencias externas y lo fija en su sitio durante todo el día. Además, se encarga de eliminar el aspecto empolvado y hace que tu maquillaje se funda con tu piel, creando un efecto uniforme.
Al igual que con la prebase, ten en cuenta tu tipo de piel a la hora de elegir un spray fijador. Los sprays matificantes son mejores para la piel grasa, pero si tienes la piel seca, debes elegir un producto sin alcohol ni perfume. En su lugar, utiliza un sustituto con ingredientes nutritivos como el aloe vera o la glicerina, por ejemplo. Estos además te aportarán un sutil brillo.
Un consejo: aplica el spray fijador como último paso de tu rutina de maquillaje a unos 30 cm de distancia para distribuirlo de manera uniforme.
También hay algunas cosas que puedes hacer durante el día para que tu maquillaje esté impecable durante más tiempo. Cuando empieces a tener brillos en el rostro, utiliza papeles matificantes, que eliminan el exceso de grasa sin estropear tu maquillaje. También puedes aplicar polvos con una borla sobre las zonas con brillos. Lleva estos productos siempre contigo: entran en cualquier bolso.
¿Tienes la sensación de que tu piel está tirante o acartonada? Vuelve a aplicar sobre el rostro el spray fijador que has utilizado por la mañana, y volverás a lucir una tez radiante. También puedes utilizar un spray de agua termal, que además aportará una importante hidratación a la piel y la refrescará.