Tu tono de piel determina qué color de maquillaje es el mejor para cubrir las imperfecciones y las rojeces de la forma más natural posible. Para encontrar una base de maquillaje que se adapte a tu tono de piel, primero debes considerar si tu piel suele ser «clara», «media» u «oscura». Esto te ayudará a reducir el número de tonos de base y corrector que te podrían venir bien, y te acercará un paso más a tu objetivo de conseguir un maquillaje impecable.
Siguiente paso: descubre el subtono de tu piel. El subtono se puede entrever a través de las capas superiores de la piel. ¿Cómo saber cuál es? ¡Es muy sencillo! Solo necesitas la luz solar, un espejo y un folio de papel blanco.
Ya has conseguido lo más difícil: los colores de tus venas y el contraste entre el folio blanco y tu cara te dirán qué subtono deben tener tu maquillaje y tu corrector.
Conociendo tu tono de piel estarás un paso más cerca de encontrar tu nueva base de maquillaje favorita. Las bases maquillaje se dividen en subtonos de piel, que a a su vez se vuelve a dividir en muchos tonos distintos: existen los subtonos de piel cálidos, fríos o neutros, desde los tonos más dorados y suaves hasta los rosados. Podemos identificarlos fácilmente porque están marcados con el símbolo «N» para neutro, «C» para frío y «W» para cálido. Además, muchas bases también indican el tono de la piel con un adjetivo como, por ejemplo, «golden» o «rosy».
Importante: tu piel se broncea al exponerla al sol o a la radiación UV y esto hace que el tono de la piel cambie. Además, la edad, el acné u otras afecciones cutáneas como la rosácea también influyen en los cambios de tono de la piel. Sin embargo, tu subtono de piel será el mismo durante toda tu vida, incluso cuando te hagas mayor, si tienes acné o si has tomado mucho el sol.
Una base demasiado clara hará que tu rostro parezca el de un fantasma. En cambio, si es demasiado oscura, parecerá que llevas puesta una máscara. Además, este efecto se agrava si solo te la pones en la cara y no también en el cuello. Por lo tanto, para conseguir un acabado perfecto, aplica la base uniformemente con movimientos circulares o con suaves golpecitos en la cara y en el cuello. Nosotros te recomendamos utilizar una esponja o una brocha para base de maquillaje.
Además de para la base de maquillaje, los tonos o subtonos de la piel también juegan un papel muy importante a la hora de buscar un nuevo corrector. Si quieres elegir el tono perfecto para tu piel, sigue esta regla de oro: el corrector que utilices bajo los ojos puede ser uno o dos tonos más claros que tu maquillaje. Utiliza un producto ligeramente más claro para aclarar las sombras oscuras de tus ojos y conseguir una mirada fresca y descansada. Si lo que quieres es cubrir las manchas o las venas de tu rostro, lo mejor es recurrir a un producto que se se corresponda con tu tono de piel. De lo contrario, podrías atraer la atención involuntariamente a aquellas zonas que querías disimular.