La punta cremosa y sedosa de la barra, idéntica a la de un pintalabios, combina las propiedades sensoriales con una profunda acción de tratamiento.
La aplicación es precisa y muy rápida. El brillo se desliza suavemente sobre los labios, vistiéndolos con una película ligerísima, casi impalpable, pero extraordinariamente reluciente y saturada de color, cuya intensidad puede modularse a voluntad.
Una fuente de procolágeno penetra en la mucosa, estimulando la formación de una red tridimensional que, a largo plazo, aumenta el volumen de los labios, fortaleciéndolos, rellenándolos y aportándoles volumen. Para una boca escultural, que se vuelve progresivamente más tersa, lisa, suave y joven.
Al mismo tiempo, el ácido hialurónico y otros ingredientes activos emolientes contrarrestan y previenen la deshidratación, suavizando y dando elasticidad. El brillo no contiene parabenos ni fragancias. La punta del lápiz es muy luminosa, suave y rica en color, para modular a voluntad. Además, no hace falta sacarle punta: basta con girar la base del lápiz para extraerlo, ¡con solo un giro!