Los cazadores de fragancias y piedras preciosas de Boucheron descubrieron un tipo de iris aterciopelado muy especial con un precioso brillo amatista en los acantilados orientales de Sicilia: el "oro azul" del mundo del perfume. Esta flor única, con su precioso néctar, tiene su origen en los paisajes soleados de Italia. En Iris de Siracusa, la magia de esta flor despliega todo su potencial olfativo y se expresa en su forma ideal: majestuosa, sobresaliente e incomparablemente noble. En la apertura de la composición, el frescor chispeante y ácido de la mandarina y la jugosidad crujiente de la pera contrastan elegantemente con una pizca picante de pimienta negra, desencadenando una sutil vibración. Casi palpable, el opulento concentrado de iris se mezcla con las etéreas flores de jazmín y la ilusión de la vaporosa flor de almendro creada por Heliotrop para formar un corazón de bálsamo empolvado. Por último, el fondo desprende una misteriosa sensualidad: un toque de vainilla, combinado con un velo místico de pachulí, es a la vez seductor y carnal. Como la caricia ingrávida de una pluma sobre la piel, el almizcle blanco despliega una suavidad infinita y redondea con maestría esta eau de parfum vibrante y elegante.