Cuando los rayos del sol acarician las laderas de las montañas suizas, la belleza se impone ante todo – indiscutiblemente. Se trata de un instante de magia que irradia un leve resplandor – una luminosidad única. En ese momento efímero, la belleza se eleva a su máxima expresión – la belleza de la luz dorada del atardecer en la cumbre de los Alpes.
Mejora la luminosidad de la piel al instante y a largo plazo:
• Proporciona nutrientes a la piel.
• Suaviza la piel e iguala su textura.
• Ayuda a revitalizar la apariencia de la piel, al tiempo que favorece la sensación de volumen que aporta su intensa hidratación.
• Hidrata en profundidad.
• El resultado es una piel llena de energía, fortalecida, nutrida e iluminada con la belleza de la luz resplandeciente.
La Prairie se inspira en este instante fugaz para recrear su resplandor único y reflejarlo en la piel, llenándola de una luz que parece nacer desde dentro. Existe un ingrediente extraordinario e inmutable capaz de transmitir esta innegable belleza: el oro, un metal noble y cálido. Su lustre sobrevive al paso del tiempo, permanece, pervive, regalando su luminosidad en ondas resplandecientes.
Esta nutritiva y lujosa hidratante ilumina el rostro con la luminosidad del oro más puro, devolviéndole el resplandor que el paso de los años ha ido apagando. Enriquecida con el Pure Gold Diffusion System, esta crema aporta nutrientes, suaviza la piel, iguala su textura, reconforta e hidrata en profundidad.