La joya floral de la perfumería: el iris es un bien muy preciado, considerado también la joya floral de la perfumería y originario del cálido Mediterráneo. Sus cogollos son tan valiosos porque necesitan tres años de crecimiento y otros tres de secado para alcanzar todo su potencial olfativo. La esencia de este preciado ingrediente se encuentra en gran medida en Iris Sublime, que envuelve a quien lo lleva en un velo perfumado incomparablemente delicado y juega sutilmente con sus notas florales empolvadas.
Iris Sublime se abre con una composición floral afrutada de fresia, bergamota fresca y ciruela. En el corazón, el elegante iris despliega su fragancia sofisticada y versátil con notas empolvadas, amaderadas y palpitantes. También hay dulces toques de vainilla, almizcle y, por último, la nota amaderada del sándalo, que dan a esta exquisita composición olfativa un toque muy especial.