El aire se llena de una suave brisa nocturna. Se extiende una sensación de paz y seguridad. El ruido y el bullicio del día callan y es tiempo para nosotros mismos. Un tiempo para hacer una pausa, para reflexionar. Además, una fragancia que huele a una suave insinuación de oscuridad. La pimienta negra añade una sensual nitidez, mientras que las notas de corazón de pasas y pachulí molecular calman y relajan la mente. Las notas de fondo de sándalo, ámbar, moléculas de ámbar y vetiver aportan a la fragancia una cálida profundidad que envuelve y transporta a un mundo de paz y relajación. El momento perfecto para dejar descansar los pensamientos.
Notas de salida: Pimienta negra
Notas de corazón: Licor, Pachulí Molecular
Notas de fondo: Sándalo, ámbar, moléculas de ámbar, vetiver