LANCÔME - LA VIE EST BELLE L'ELIXIR EAU DE PARFUM
La vie est belle L'Elixir Eau de Parfum, la primera fragancia floral aterciopelada de Lancôme. Más que una fragancia, una verdadera emoción.
Un aroma inesperado con acorde de licor de frambuesa, absoluto de hoja de violeta y un delicioso absoluto de manteca de cacao, evocando la felicidad que se siente en el acto radical de amarse a uno mismo.
Esta recarga está pensada para poder disfrutar sin fin la esencia de esta fragancia tan mágica. Además, la felicidad viene dada por la seguridad de estar contribuyendo a un futuro más limpio y sostenible. Al utilizar esta recarga nos aseguramos de preservar unos recursos tan limitados como valiosos. Con esta recarga se gasta un 43% menos de plástico, un 49% menos de vidrio y un 40% menos de cartón. El aliado perfecto para un mundo más verde y equilibrado.
La felicidad empieza en ti, con un compromiso contigo misma. Significa tener la confianza para seguir tu intuición y desafiar las expectativas.
LANCOME PARIS
14, rue Royale
75008 Paris
FR
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Pura felicidad en un frasco, La vie est belle Lancôme escribe un nuevo capítulo con La vie est belle L'Elixir. Este Eau de Parfum floral aterciopelado no sólo captura una esencia cautivadora, sino que celebra el amor propio y la alegría de vivir. Desde el primer instante, te envuelve en un dulce abrazo con un acorde licoroso de frambuesa, añadiendo una seducción irresistible.
En su corazón, el toque suave de la frambuesa se entrelaza con el delicado absoluto de hojas de violeta, aportando un aire refinado y romántico. Todo esto se cierra con un fondo cálido y cremoso, gracias al absoluto de manteca de cacao, que otorga una sensación reconfortante.
El frasco legendario de La vie est belle, con su emblemática sonrisa de cristal, realza el espíritu positivo del perfume, haciendo que cada rociada se sienta como un recordatorio de la belleza que llevas dentro. Además, es rellenable, perfecto para quienes quieren disfrutar de esta experiencia una y otra vez.
Con La vie est belle Lancôme, la felicidad se convierte en un gesto diario, una celebración de lo que significa sentirte plena, radiante y auténtica.