Guía de cuidados solares
Aplicar correctamente la crema solar
Además de un SPF elevado, una cantidad suficiente de crema solar es especialmente importante para una protección fiable contra los rayos UV.
Contornos definidos, colores intensos... ¡para toda la vida! Aquí te mostramos cómo cuidar tus tatuajes para mantenerlos en perfecto estado, desde el primer día hasta que forme parte de tu ritual de belleza diario.
Con nuestros cuidados, tu tatuaje mantendrá su brillo e intensidad durante mucho tiempo.
Los productos para el cuidado de los tatuajes se centran en restaurar la barrera de la piel, aportando hidratación y protegiéndote de los dañinos rayos solares.
Cuando nos hacemos un tatuaje, los pigmentos de color se introducen en la capa intermedia de la piel (también conocida como dermis). Esto daña la barrera cutánea protectora y hace que la piel sea más vulnerable a las infecciones.
Además, si la piel se inflama o te rascas para aliviar el picor, pueden aparecer cicatrices.
El cuidado diario de la piel también es muy importante una vez que el tatuaje ha cicatrizado:
Estos ingredientes ayudan a tu piel a regenerarse y la alivian cuando está irritada.
Tanto si es tu primer tatuaje como si ya tienes muchas de obras de arte en tu cuerpo, sigue estos consejos para mantenerlos bonitos y cuidados durante mucho tiempo.
El tatuador limpia y desinfecta bien la piel y la envuelve con film transparente para evitar que la herida se infecte. Este film debe dejarse en la piel tan solo unas horas: no lo dejes más tiempo, ya que, al ser de plástico, impide que la piel respire.
Otra posibilidad es que el tatuador coloque directamente un apósito especial, especialmente absorbente. Este apósito sirve para proteger el tatuaje recién hecho de la suciedad y favorece la cicatrización. Además, puedes dejarlo en la piel hasta 72 horas sin necesidad de cambiarlo, ya que es transpirable.
Y ahora lo que toca es esperar. Recuerda que tu piel necesita descansar para recuperarse. Además, si bebes mucha agua y llevas una dieta rica en vitaminas, ayudarás a que tu piel se regenere más rápidamente.
Especialmente la vitamina C puede favorecer la cicatrización de las heridas. Lleva una dieta equilibrada con muchas frutas y verduras, como cítricos, kiwis, pimientos y brócoli.
¿Notas que el tatuaje está supurando? ¡No te preocupes! Es totalmente normal. El tatuaje ha dañado tu piel y tiene que recuperarse. Si lo llevas tapado con un apósito transpirable muy absorbente, cámbialo cuando veas que ha supurado bastante.
Para evitar que se te inflame la zona al cambiar el apósito, lávate bien las manos, limpia el tatuaje cuidadosamente con un jabón suave, sécalo dando suaves toquecitos y pon un nuevo apósito.
En la mayoría de los casos, ya no hace falta que sigas cubriendo el tatuaje. Mantén el tatuaje limpio para favorecer el proceso de cicatrización de tu piel. Limpia la zona de la piel tatuada por la mañana y por la noche con un jabón de pH neutro y sin perfume.
para evitar la irritación. Luego aplica una crema regeneradora para tatuajes: una pequeña cantidad es más que suficiente. Si aplicas demasiada, la piel puede reblandecerse, lo que provocaría una pérdida de color. Si no te cuidas lo suficiente la piel, puede formarse una costra que puede hacer que el tatuaje se agriete e incluso forme una cicatriz. Por lo tanto, sigue una rutina de cuidado adecuada para tu piel.
La mayor parte de la fase de cicatrización ya ha terminado, así que puedes comenzar con la rutina de cuidados diarios.
¿Te estás preguntando si puedes utilizar una loción corporal normal? ¡Depende! La regla general es que la hidratación es clave: una loción corporal convencional hidratará tu piel.
Sin embargo, una crema o loción específica para el cuidado de los tatuajes mantiene además la intensidad del color gracias a su fórmula especial, y garantiza que los contornos no se difuminen.
En verano, a todos nos gusta disfrutar de la sensación de los cálidos rayos del sol en nuestra piel. Sin embargo, por muy bien que te siente tomar el sol, los rayos UV atacan los pigmentos de color de tu tatuaje y harán que este pierda el color con el tiempo. Algunos tonos, como los rojos, por ejemplo, son especialmente susceptibles de perder intensidad, ya que ciertos pigmentos tienen una menor densidad.
Aunque tu tatuaje no tenga estos colores, protégelo con un factor de protección solar 30 o superior y consigue un bonito bronceado sin arrepentirte después. ¿Quieres que tu tatuaje parezca recién hecho durante mucho tiempo? Entonces utiliza protección solar durante todo el año para garantizar unos contornos definidos y colores intensos.