Estrés, pocas horas de sueño o una noche de fiesta: no es de extrañar que al mirarse al espejo por la mañana aparezcan ojeras y sombras oscuras. No te preocupes, porque con un poco de descanso y sueño, el aspecto será muy diferente al día siguiente. Sin embargo, las ojeras no siempre guardan relación con la falta de sueño o con el estrés: también dependen de factores individuales como el tipo de piel, la edad o el estilo de vida.
Tipos habituales de ojeras
Si observamos detenidamente la textura de la piel de debajo de los ojos, nos daremos cuenta de que es una capa de piel muy fina. Esto hace que los vasos sanguíneos se entrevean a través de la piel, especialmente en las personas de piel clara. En ese caso, las sombras que aparecen bajo los ojos adquieren un aspecto rojizo o azulado. Además, debido a la finura de la piel, el líquido puede acumularse más fácilmente en el tejido. Todos nos hemos levantado a menudo con los ojos hinchados. ¿Quieres saber por qué? La razón de esta hinchazón es que la circulación de nuestra linfa se reduce durante el sueño y el líquido tisular puede acumularse.
Aunque que las ojeras rojizas o hinchadas tienen algo que ver con la textura de la propia piel, hay otras ojeras que se deben a una decoloración específica de la piel: algunas personas tienen una pigmentación más intensa en el contorno de los ojos por motivos genéticos, lo que hace que esa zona parezca más oscura.
Por último, el envejecimiento general de la piel también favorece la aparición de ojeras. A lo largo del proceso de envejecimiento, la piel se vuelve más fina y, por lo tanto, más traslúcida. Además, la piel pierde tono, elasticidad y tejido adiposo subcutáneo, lo que provoca una flacidez adicional bajo los ojos. En parte, esto pertenece al proceso de envejecimiento natural (intrínseco), pero el envejecimiento prematuro de la piel debido a factores externos (extrínsecos) también puede influir. Por ejemplo, un estilo de vida poco saludable, el tabaco, el alcohol, el estrés o la radiación UV también pueden afectar a la aparición de ojeras.
Las ojeras son principalmente un problema estético. Por eso, solemos recurrir al corrector y al maquillaje para cubrirlas. Sin embargo, además de esto, queremos darte una serie de consejos y sugerencias que puedes tener en cuenta dependiendo del tipo de ojeras que tengas:
En las pieles claras, los vasos translúcidos destacan de forma natural a través de la piel. Las cremas especiales para este tipo de ojeras actúan con un efecto cosmético-decorativo que iguala la coloración. No existen otros ingredientes específicos para este tipo de ojeras. En determinadas circunstancias, se recomienda realizar un control médico de los niveles de hierro para descartar una deficiencia de hierro o una anemia, que a menudo suelen asociarse con la palidez de la piel. Además, también se puede recurrir a la dermatología estética: se trabaja con la propia grasa del paciente o con ácido hialurónico y se inyecta entre la piel y los vasos sanguíneos subyacentes.
¡Tenemos buenas noticias! Las ojeras hinchadas suelen ser temporales y suelen volver a su estado normal durante la primera media hora después de levantarse. Además, puedes acelerar el proceso si enfrías la zona ligeramente con una cuchara metálica fría, compresas, parches refrescantes o con un rodillo facial de jade que hayas puesto a enfriar antes. Esto hace que los vasos sanguíneos y linfáticos se contraigan y la hinchazón baje más rápidamente debido al «efecto astringente». Algunas cremas para el contorno de ojos se basan precisamente en este efecto y utilizan ingredientes como la cafeína, el extracto de té verde o de grosella, los curtientes o los taninos.
Los bolsas permanentes suelen ser intrínsecas al envejecimiento de la piel. Más adelante, en el apartado «consejos para ojeras hundidas», profundizaremos en este tema.
Las ojeras oscuras son una consecuencia de la hiperpigmentación, es decir, de una acumulación excesiva del pigmento cutáneo melanina. Por eso, este tipo de ojeras se puede trabajar de forma más específica con cremas para el contorno de ojos. Estas cremas tienen un efecto iluminador que, aunque no difumina por completo la pigmentación, sí que hace que la zona parezca mucho más clara. Los ingredientes habituales de las cremas para ojeras oscuras y sombras por hiperpigmentación son la acetilglucosamina, la niacinamida, la alfa arbutina o la vitamina C.
El consejo más efectivo contra las ojeras hundidas y las bolsas persistentes debería aplicarse mucho antes de que aparezcan. Si proteges la piel del envejecimiento prematuro en una fase temprana, podrás prevenir y evitar a largo plazo este tipo de ojeras. Para ello, es fundamental llevar un estilo de vida saludable: hidratarse lo suficiente, comer sano, beber poco alcohol, abstenerse de la nicotina y hacer deporte a diario. Además, también se recomienda un cuidado adecuado de la piel y de los ojos, y especialmente el uso regular de protección solar.
Si ya tienes ojeras y bolsas, el cuidado de la piel solo puede tener un efecto de apoyo, por ejemplo disimulando visualmente las arrugas finas mediante el uso de determinadas sustancias. Los ingredientes nutritivos suavizan las arrugas causadas por la sequedad, mientras que los ingredientes a base de silicona pueden actuar como una especie de relleno temporal para reducir visualmente la profundidad de las arrugas. Sin embargo, no existe una cura milagrosa para las ojeras o las bolsas; una vez que aparecen las arrugas, no se pueden eliminar con crema: hay que aceptarlo o acudir a la medicina estética (inyecciones con ácido hialurónico o grasa subcutánea).
«Quien entiende cómo actúan las sustancias cosméticas, ya ha dado el primer paso para un cuidado efectivo de la piel», explica la doctora en bioquímica S. Schunter. Es doctora en bioquímica y le encanta desentrañar las listas de sustancias de los productos cosméticos, que a menudo son crípticas. Descubre qué es lo que llevan y qué efecto tienen. Sarah señala convencida que con estos conocimientos se puede determinar el cuidado adecuado para cada tipo y estado de piel.