En la técnica strobing, el nombre lo dice todo. Y es que esta palabra se deriva de "estroboscopio", que es la máquina que se utiliza en las discotecas y los conciertos. ¿Y qué tiene que ver con el maquillaje? Muy sencillo: en el strobing, todo gira en torno a los reflejos de la luz en tu cara. Te contamos qué es exactamente, cómo puedes resaltar tus facciones con el strobing y qué productos debes utilizar para ello.
El strobing es una técnica de maquillaje con la que modelas tu rostro, de forma similar al contouring. Sin embargo, en el strobing no se emplean tonos oscuros ni se sombrea con bronceador. En lugar de ello, se realzan determinadas partes del rostro de una forma natural mediante efectos de luz. O sea, se acentúan mediante iluminadores y partículas brillantes. Para resumir: el strobing es como el contouring, pero sin sombras oscuras. El resultado es un acabado luminoso y unos contornos suaves y naturales.
Para conseguir un fantástico look de strobing, por supuesto no te puede faltar el iluminador correcto. Puedes elegir entre muchos productos distintos con diferentes tonos y consistencias, desde los fluidos extremadamente reflectantes hasta los productos en polvo con un ligero brillo. ¡Te costará decidirte! No obstante, por regla general, para el strobing son especialmente populares los iluminadores fluidos y cremosos, ya que tienen un efecto iluminador muy intenso y proporcionan un aspecto muy fresco con efecto mojado. Para un acabado deslumbrante. ¿Tu piel es más bien grasa? Entonces es mejor que utilices un producto en polvo.
Consejo: para realizar el strobing, elige un iluminador cuyas partículas brillantes sean lo más finas posible y difumínalo con cuidado con una brocha abanico fina o una brocha especial para iluminador. Así conseguirás un look más natural. El color de iluminador adecuado para ti depende por completo del tono y del subtono de tu piel. ¿No tienes claro cómo elegirlo? ¡Nosotros te ayudamos!
En el strobing, se aplican puntos de luz en cuatro zonas: en los pómulos, el tabique nasal, alrededor de las cejas y en el arco de cupido. ¿Y por qué exactamente ahí? Muy sencillo: normalmente, estas son las zonas de la cara que más luz reciben. Por lo tanto, se iluminan más que otras zonas, incluso sin iluminador. En el strobing se realzan estos puntos aún más. Aplica una cantidad generosa de iluminador y haz que deslumbren.
Consejo: al igual que con cualquier maquillaje, en el strobing también hay que partir de un rostro homogéneo y natural. Para ello, se recomienda utilizar corrector, bases ligeras y BB creams.