Dentro de la gama de protectores solares, el autobronceador es uno de los productos más buscados antes del inicio de cada verano. La finalidad de este cosmético de belleza es, básicamente, dotar de una mayor tonalidad a la piel sin necesidad de una constante exposición a los rayos UV del sol.
Sus fórmulas a base de principios activos como la dihidroxiacetona (DHA) y la eritrulosa consiguen penetrar en las primeras capas de la piel. Actuando sobre ellas hasta obtener un nuevo color similar al del moreno natural.
Antes de aplicar el autobronceador facial, se recomienda siempre exfoliar el rostro por completo e hidratar con cremas faciales la piel. Este producto debe ser repartido por la cara de manera uniforme para evitar la aparición de manchas o resultados no acordes a los esperados.
El aumento de la demanda de estos autobronceadores ha hecho que se posicione como una de las alternativas más saludables para lucir un rostro bronceado y con color sin dañar la piel.
Normalmente, estos tratamientos faciales suelen tener efecto pasadas las 4-6 horas desde su aplicación. Durante este tiempo es importante evitar el contacto tanto con el agua como con aquellas prendas delicadas que se puedan dañar.
Los autobronceadores del rostro y los corporales no generan ningún tipo de protección frente a los filtros UVA y UVB. Tan solo ayudan a conseguir una nueva tonalidad pero sin estimular de manera natural la melanina.
Aunque la piel pueda estar bronceada y tenga ese color que tanto gusta en verano, es importante aplicar protección solar antes de tomar el sol.
Luce un rostro bronceado y natural sin necesidad de dañar tu piel día tras día. Descubre la colección de autobronceadores faciales que te presentamos en Douglas y haz que tu piel consiga la tonalidad que deseas en muy poco tiempo.
Sin moverte de casa podrás comprar los bronceadores para el rostro que mejor se adapten a tu estilo y tipo de piel.