El aceite de argán (en nomenclatura INCI: Argania Spinosa Kernel Oil) se obtiene de las pequeñas pepitas de la fruta amarilla del árbol de argán. La elaboración se realiza de forma tradicional con trabajo a mano y es muy compleja. A partir de unos 100 kilos de fruta se obtienen en 10 horas de trabajo tan solo 1000 mililitros de este aceite dorado rojizo. Ahora también hay colaboraciones con las que se contribuye a la elaboración del aceite prensado en frío utilizando prensas mecánicas y filtros. Esto mejora las condiciones higiénicas y también puede alargar la caducidad desde unos pocos meses hasta los 12 meses.
El aceite de argán se vende generalmente en dos variantes: si las pepitas se tuestan antes de prensarlas, el aceite tiene un característico aroma a frutos secos. Por otro lado, el aceite utilizado para el cuidado de la piel se prensa sin tostar y por tanto tiene un sabor y un aroma más suaves. El aceite de argán se compone en su mayor parte de ácido oleico (aprox. 45-48%) y ácido linoleico (31-35%). También es conocido por su alto contenido en antioxidantes y sustancias vegetales secundarias. No obstante, la proporción puede variar considerablemente según la elaboración.
Ingredientes estrella
Ácido oleico: este ácido graso monoinsaturado es conocido por tener un efecto beneficioso para la absorción y proporcionar un tacto suave a la piel. En conjunto, el ácido oleico actúa más bien como desestabilizante de la barrera cutánea, una propiedad que a primera vista parece negativa. Sin embargo, esto estimula la capacidad de absorción de otras sustancias liposolubles, por lo que el ácido oleico también se denomina "potenciador".
Ácido linoleico: ácido graso omega 6 insaturado triple que también es esencial para el organismo humano. Es el componente principal de otro grupo de lípidos de membrana fundamental (ceramidas) y por tanto de gran importancia para mantener una barrera cutánea intacta.
Antioxidantes: sobre el aceite de argán se señala sobre todo su alto contenido en vitamina E. Aunque en este sentido conviene tener en cuenta que dicho contenido depende en gran medida de la elaboración del aceite. A menudo el contenido de vitamina E no es mayor que el de otros aceites vegetales. No obstante, el aceite de argán destaca por un perfil muy diverso de antioxidantes, como por ejemplo fitoesteroles, carotenoides y triterpeno alcoholes. En su función como antioxidantes, protegen la piel del deterioro por oxidación debido a los radicales libres. Los radicales libres aparecen por ejemplo con la exposición a la luz solar y pueden deteriorar de forma duradera la estructura cutánea, el ADN y las proteínas de la piel.
